Saludos de nuevo!! Hoy Games de Mesa trae una nueva reseña, una vez más
de un juego nacional, que cada vez son más y mejores. En esta ocasión nos
desplazamos hasta las profundidades de Galicia, pues el juego reseñado es el
Peregrinus, en el que nos convertiremos en peregrinos recorriendo el camino
hacia Santiago.
Queremos dar las gracias a la editorial Galileo Nenos por hacer posible la reseña de
este juego de misterio y estrategia para todas las edades. ¡Moitas grazas!
Ficha
técnica:
Autor: Guido
Leboroni
Editorial: Galileo
Nenos
Número de jugadores: De 2 a 6.
Tiempo de juego: Aprox. 40 minutos.
Edad recomendada: De 6 a 99 años.
Año de
publicación: 2014.
Temática:
En
Peregrinus, los jugadores asumen el papel de peregrinos que recorren el camino de
Santiago. Pero no será un camino fácil: ha caído la noche, y los jugadores se
hallan un poco perdidos en un oscuro bosque. Para llegar a Santiago, necesitarán
encontrar unos amuletos para romper el hechizo que se cierne sobre el bosque, y
para ello necesitarán la ayuda de varias criaturas del bosque, personajes de la
mitología gallega tales como Meigas, Lobishomes y Mouras. Los peregrinos podrán
conseguir sus favores si juegan con inteligencia, pero además, tendrán que
tener en cuenta la presencia de un ser espectral: ¡la Santa Compaña! Una procesión
de muertos que recorre las noches sin luna a la luz de unas velas. Pero en esta
noche, la Santa Compaña se ha disfrazado de peregrino y se hace pasar por
nuestra aliada… ¡No te fíes de ningún peregrino! Tal vez no sea quien dice ser,
y os arrastre a vagar como alma en pena para siempre por los bosques gallegos…
Contenido y diseño gráfico:
Peregrinus
se nos presenta en una caja cuadrada de gran formato, en cuyo interior
encontramos:
-
6 peones de
colores.
-
10 cartas de
Personaje (5 peregrinos y 5 Santa Compaña)
-
98 cartas
Camino
-
30 cartas
Cementerio
-
60 cartas
Amuleto (20 de cada casa: Lobishome, Meiga y Moura)
-
24 fichas de
Vida (con dos caras: Concha y Vela)
En cuanto al
diseño gráfico, corre a cargo de Xosé Tomás, y en general ha conseguido dar a
todos los componentes del juego (tablero, cartas…) ese halo de misterio que tan
bien refleja la temática que representa.
Objetivo del juego:
El juego es
un juego de identidades ocultas. Todos los jugadores serán Peregrinos en marcha
hacia Santiago, excepto uno, que será un miembro de la Santa Compaña disfrazado
de Peregrino. Así pues, dependiendo del número de jugadores habrá más o menos
peregrinos, pero siempre un miembro de la Santa Compaña camuflado al principio.
El objetivo
del juego depende del personaje que te haya tocado. Si eres un Peregrino, tu
objetivo será llegar hasta Santiago y que todos los demás peregrinos también lo
hagan. En cambio, si eres la Santa Compaña, tu objetivo será atraer al “lado
oscuro” al resto de los jugadores, a los que podrás ir convirtiendo uno a uno…
Mecánica:
Nos
encontramos ante un juego de identidades ocultas, que puede recordar vagamente
a juegos como Saboteur, donde no te fiarás
de ninguno de tus compañeros de mesa… Se basa en una mecánica de gestión de
cartas en la mano y de movimientos por el tablero.
El
juego se desarrolla en turnos sucesivos, en los cuales el jugador activo cogerá
una de sus cartas de Camino y la jugará. Estas cartas nos permitirán avanzar
por el sendero, o cruzar un puente, o acampar (según la carta). Tras esto,
robará una nueva carta de Camino hasta tener 3, y pasará su turno hacia la
derecha. ¿Fácil, verdad? Bueno… hay algunos matices más.
Si
el jugador está jugando como Peregrino, en su carta de personaje oculto
aparecerán 2 amuletos, que necesitará para liberar Santiago del hechizo y
permitir la entrada de todos los peregrinos. ¿Cómo conseguir estos amuletos? Pues
para ello contamos con la inestimable ayuda de nuestros “amigos” los
Lobishomes, las Meigas y las Mouras. Ya
sé lo que estáis pensando, que no parecen muy amigables, que parecen un poco
chungos… En realidad lo son, pero a cambio de una concha nos darán un amuleto.
Todo el mundo tiene un precio…
Estas cartas, además de los amuletos que
representan, también pueden servir como ataque o defensa en caso de un
encuentro con la Santa Compaña. Y es que el jugador que esté actuando como
miembro de la Santa Compaña no podrá actuar siempre de incógnito. En algún
momento será descubierto y, a partir de entonces, cambiará sus conchas/vidas
por velas y tratará de atraer al resto de peregrinos al lado oscuro. Si le
arrebata todas sus conchas a un peregrino, éste pasará a vagar por los bosques
como un miembro más de la Santa Compaña. Interesante, ¿verdad?
Un
detalle más, los peregrinos pueden recuperar las conchas acudiendo a las
fuentes, pero los miembros de la Santa Compaña tienen un número limitado de
velas. Si hay un encuentro entre Peregrino y Santa Compaña, la pelea está
asegurada…
El
juego termina cuando:
1)
Todos los jugadores de la Santa Compaña se quedan sin velas (ganan los
Peregrinos).
2)
Todos los Peregrinos llegan a Santiago (ganan los Peregrinos).
3)
La Santa Compaña convierte a todos los Peregrinos en “chungos” (gana el grupo
de la Santa Compaña).
Conclusión:
Nos
encontramos ante un interesante juego que, además de las identidades ocultas y
las sospechas que provoca (al estilo Saboteur), añade el cambio de bando
durante la partida, que hará que cuanto más tiempo transcurra, más difícil lo
tengan los Peregrinos y más numeroso sea el bando de la Santa Compaña que, por
cierto, de Santa no tiene nada…
Conclusión final:
Un
divertido juego que nos hará conocer un poco mejor la cultura gallega, además
de hacer pasar un buen rato a jugadores de todas las edades. Bueno, en realidad
es de 6 a 99 años. ¡Lo siento abuelo, pero acabas de cumplir 100 años… tú ya no
puedes jugar!
Muy buen artículo!!! :D
ResponderEliminarOs dejo mi video para aprender a jugar:
https://youtu.be/Dm1Q778bgks
Un saludete! ;)
Hola Tristán Celta!!
ResponderEliminarGracias por pasarte y comentar, y por el enlace con una explicación tan simpática para aprender a jugar!
Saludos!!
Gracias a ti ;)
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