¡Saludos, Gameadores! Hoy vamos a reseñar un juego altamente destructivo:
Destroy BCN!, el juego de Toni Serradesanferm.
Se trata de un juego editado por GDM Games, editorial
a la que agradecemos una vez más su apoyo y el hacer posible esta reseña.
Ficha
técnica:
Autor: Toni Serradesanferm
Editorial: GDM Games
Número de jugadores: De 2 a 4 monstruos destructivos
Tiempo de juego: 30 minutos
Edad recomendada: A partir de 8 años
Año de
publicación: 2016
Temática:
En Destroy
BCN!, nos pondremos en la piel de enormes monstruos cuya principal afición es
destruir ciudades y, en este caso, se entretendrán en arrasar la ciudad de
Barcelona. Existen 8 monstruos diferentes que veremos a continuación.
Contenido y diseño gráfico:
Dentro de
una caja cuadrada de tamaño medio nos encontramos con el siguiente contenido:
-
1 tablero (que seguramente os recordará a un
calendario de adviento).
-
4 dados de monstruo
-
87 cubos verdes
-
5 bolsas en distintos colores
-
12 piezas de ejército
-
8 cartas de monstruo
-
Hoja de reglas (en 4 idiomas)
El diseño
gráfico corre a cargo de Siscu Bellido, quien se responsabiliza también de las
ilustraciones junto con Pepe Boada. La ilustración de portada es destacable,
con el monstruo Copitong encaramado a la torre Agbar luchando con un
alienígena. Las ilustraciones de los monstruos presentan un aire
cómico-desenfadado y están inspiradas en su mayoría en personajes o elementos
del imaginario colectivo barcelonés.
Objetivo del juego:
Cada jugador
encarnará a un monstruo que irá destruyendo la ciudad de Barcelona. El monstruo
más destructivo será el ganador al final de la partida. ¿Y cómo hacemos eso? Lo
vemos en la mecánica del juego…
Mecánica:
Destroy
BCN! es un juego de dados en el que los dados no se tiran. ¿Cómorrr? Pues sí.
Cada dado representará a nuestro monstruo. Hay 4 dados de 4 colores diferentes.
Al comienzo de la partida, cada jugador tomará un dado de monstruo y una bolsa
del mismo color (en la que meterá 10 cubos verdes). Elegirá una carta de
monstruo al azar y ese será su personaje, con sus poderes especiales incluidos.
Nos
pondremos en la piel de monstruos como Kolombikus, Marcerker, Copitong, Gaudrac
o “Monsterrat Vampillé”, o también de otros más universales como Cthulhu,
TBO-80 o Godzinha. Cada uno con sus poderes especiales.
Sobre
el tablero-calendario navideño hay que colocar los dados-monstruo de cada
jugador en las casillas iniciales (con el número 2 apuntando al cielo
barcelonés), y rellenar las casillas restantes con cubos verdes. El tablero es
un poco extraño estéticamente, pero suponemos que es la mejor opción para que
los dados, cubos y meeples no se muevan de su sitio durante la partida.
¿Y cómo
se juega? Veamos la secuencia de juego.
Cada
jugador, en su turno, debe hacer dos acciones:
a)
Mover el monstruo.
b)
Activar o mover dos ejércitos.
Para
mover al monstruo, basta con rotar el dado en la dirección deseada tantas
casillas como indique el valor del dado al inicio del movimiento (si está
apuntando hacia arriba el 2, movemos 2 espacios). Durante el movimiento podemos
realizar una sola vez un cambio de dirección de 90º si queremos. El movimiento
del dado puede detenerse antes de tiempo si nos topamos con una casilla ocupada
por otro monstruo, por un meeple de ejército o si se nos acaba el tablero. Los
cubos verdes que vayamos “arrasando” a nuestro paso los guardaremos en nuestra
bolsa y nos otorgarán un puntito de victoria al final.
En
caso de entrar en colisión con otro monstruo (dado de otro jugador) o con el
ejército (meeple), se produce un ataque. Si se ataca a otro monstruo, el
monstruo atacado descarta de su bolsa el mismo número de cubos del valor de
fuerza que muestre el dado atacante al entrar en colisión.
En
caso de atacar al ejército, el monstruo atacante destruirá al meeple atacado si
el valor del dado al detenerse es igual o mayor que el valor de ejército
atacado. Hay que tener en cuenta que los meeples verdes representan una unidad
de infantería, y tienen un valor de 1; los meeples marrones (blindados) tienen
un valor de 2, y los azules (aviación), valor 3. En caso de derrotar un
ejército, los meeples también van a nuestra bolsa y nos otorgarán puntos de
victoria al final.
Después
de mover nuestro dado monstruoso, tendremos que activar o mover 2 ejércitos.
Si
aún quedan meeples en la bolsa negra (reserva del ejército), tendremos que
introducir en el tablero dos meeples (siguiendo las reglas). Si ya no quedan
militares en la bolsa, deberemos mover 2 meeples, desplazándolos en línea recta
tantas casillas como sea su valor.
Y
así seguiremos, repartiendo amor y destrucción por las calles de Barcelona
hasta que ocurra una de estas dos situaciones:
-
no queden ejércitos en la bolsa y queden
3 o menos sobre el tablero.
-
un jugador ha sido eliminado.
Llegado
este momento, los jugadores contarán sus puntos sobre una Barcelona arrasada.
Cada cubo verde en su bolsa le concede un punto de victoria, y por cada 3 de
puntos en valor de ejército obtiene también 1 punto de victoria. El monstruo
con más puntos será el vencedor.
Conclusión:
Destroy
BCN! es un juego con una gran dosis de interacción. Es interesante para 2
jugadores, pero con 3 y 4 es como más luce. Tendremos más monstruos a los que
repartir leches, pero… también tendremos que tener más cuidado de no ser
golpeados por ellos. Deberemos estar atentos de sus cualidades especiales para,
por ejemplo, no recibir un coletazo de Godzinha aunque se encuentre lejos…
Conclusión
final:
Un juego divertido
y con bastante interacción. Lo disfrutaremos siempre que tengamos en cuenta que
“lo que pasa en el tablero, se queda en el tablero”. A estos monstruos les
gusta pegarse, destruir y dejar Barcelona en estado ruinoso. Quitando ese
detallito, son verdaderamente entrañables, ¿verdad?
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