Hace poco he recibido un juego que he ganado gracias a la página de Facebook
de “Verbalia, Juegos”. Y como dicen que es de bien nacidos ser agradecidos, hoy
vamos a reseñar a modo de agradecimiento el juego “Crucigramàrius”. Se trata de
un juego de Màrius Serra y Oriel Comas (unos
señores que disfrutan creando enigmas lingüísticos para que nuestras cabezas
echen humo, cual locomotora a vapor).
Ficha
técnica:
Autores: Màrius
Serra y Oriol Comas.
Editorial: Devir.
Número de jugadores: De 1 a 6.
Tiempo de juego: 90 minutos.
Edad recomendada: A partir de 10 años.
Año de publicación: 2013.
Temática:
El juego está
ambientado en el Antiguo Egipto y el mundo de los enigmáticos jeroglíficos. En
realidad, se trata de un juego de enigmas lingüísticos y el tema es lo de
menos, pero ciertamente le va muy bien. La idea del juego está basada en el
concurso que desde hace tiempo nos proponen sendos programas de radio, “El
Matí” de Catalunya Radio y “No es un día cualquiera”, en Radio Nacional de
España, donde se plantean enigmas lingüísticos a los oyentes con los cuales
pueden ganar suculentos premios.
Contenido
y diseño gráfico:
En el interior de la caja nos encontramos con un librito de reglas, el “Solucionarius”, 216 cartas de gran formato con retos verbales, 1 gran dado amarillo de 8 caras, 256 fichas de letra, 20 cartones de juego con dos caras (una con 5 palabras de 5 letras cada una, y otra con 5 palabras de 6 letras cada una), 12 fichas de comodín, 72 admiraciones, y 6 pantallas en forma de mastaba para tapar la zona de juego individual. Todo con un diseño muy “enigmáticus”.
Las ilustraciones corren
a cargo de David Parcerisa, y la dirección de arte y diseño son de Jordi Roca. En
mi opinión, han conseguido un buen trabajo y, personalmente, siento debilidad
por la portada.
Objetivo
del juego:
El objetivo del juego
es completar las 5 palabras de nuestro cartón individual, que constarán de 5 o
6 letras según la dificultad que hayamos elegido. ¿Y qué hacemos para ir
consiguiendo las letras? Lo vemos en la mecánica del juego…
Mecánica:
El juego se basa en una
mecánica de elaboración y resolución de pruebas lingüísticas en un tiempo
limitado.
Para conseguir las
letras, tendremos que ir resolviendo enigmas lingüísticos a través de los
cuales podremos ganar vocales o consonantes.
Según lo que salga al lanzar el
dado de 8 caras, tendremos que hacer una de las siguientes pruebas:
- Resolver un Crucigramàrius ya propuesto en la carta que toque
- Hallar un anagrama (leer la palabra dada y encontrar otra palabra distinta utilizando las mismas letras)
- Definir la palabra oculta (hallar la definición de una palabra rara, rara, rara…)
- Decir una palabra (que deberá cumplir una condición dada)
- Elaborar un Crucigramàrius (sí, amigos, si sale el ojo egipcio en el dado habrá que darle movimiento a las neuronas…)
- O bien elegir el reto que más nos apetezca si sale el escarabajo.
Para quien no sepa muy
bien de qué va esto de los Crucigramàrius, pongo como ejemplo el que me hizo
ganar este juego. “A Manolo Escobar le robaron el suyo” (5 letras). Está claro
que la respuesta no es el Rolex, sino… El CARRO! Pues bien, como veis, los
Crucigramàrius son como una especie de acertijos lingüísticos. Muy divertidos y
adictivos, por cierto.
Por último, añadir que
existe un sistema de apuestas mediante las fichas de Admiraciones, aunque rara
vez suelen ver nuestra mesa de juego. Como se solía decir con el parchís, “En
mi casa se juega así”, y a nosotros nos gusta tanto resolver los enigmas
lingüísticos que, al final, lo de menos es quién gana la partida. ¡¡Yo siempre
me lo paso genial jugando!!
Conclusión:
“Crucigramàrius” es un
gran juego para todos los Verbívoros: los amantes de las letras y de los juegos
lingüísticos, de los enigmas, de los acertijos, del doble sentido…
Màrius Serra y Oriol
Comas ya habían creado otro gran juego lingüístico de la mano de Devir, el
“Verbalia”, que contiene a su vez más de 50 juegos lingüísticos.
Una última cuestión es
que, personalmente, me gusta mucho más el nombre del juego en catalán
(“Enigmàrius”) que en castellano (“Crucigramàrius”).
Conclusión final:
Un gran juego de los señores a los que les gusta echar más carbón a la caldera
de nuestras cabezas para que eche más humo.
(Todas las imágenes extraídas de BGG )
¡¡Mola!! Muy buena, completa y acertada reseña, David. ¡Qué ganas dan de ponerse a jugar ya! :-)
ResponderEliminarHola Lucía!! Gracias por el comentario, me alegra que te guste la reseña y, por supuesto, siempre hay ganas de ponerse a jugar al Crucigramàrius, al menos para mí!! Un saludo!
EliminarMe gustan mucho los juegos de palabras y después de haber probado verbalia me sentí más atraída por este. S muy bueno. Altamente recommendable.
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